domingo, 1 de mayo de 2011

LA AVENTURA DE LOS BATANES

En medio de la noche Sancho y don Quijote escuchan unos ruidos muy sospechosos cerca de donde se encuantran. Don Quijote quiere ir a investigar, pero Sancho, acobardado, ata las patas traseras de Rocinante para que éste no pueda moverse y se agarra de las piernas de D.Q.

(...) Tornole a poner las piernas, y él tornó a dar saltos y a estarse quedo: tanto estaba de bien atado. (Rocinante).

En esto, parece ser que el frío de la mañana que ya venía, o que Sancho hubiese cenado algunas cosas lenitivas, o que fuese cosa natural - que es lo que más se debe creer -, a él le vino en voluntad y deseo de hacer lo que otro no pudiera hacer por él; mas era tanto el miedo que había entrado en su corazón, que no osaba apartarse un negro de uña de su amo. Pues pensar de no hacer lo que tenía gana tampoco era posible; y, así, lo que hizo, por bien de paz, fue soltar la mano derecha, que tenía asida al arzón trasero, con la cual bonitamente y sin rumor alguno se soltó la lazada corrediza con que los calzones se sostenían sin ayuda de otra alguna, y, en quitándosela, dieron luego abajo y se le quedaron como grillos; tras esto, alzó la camisa lo mejor que pudo y exhó al aire entrambas posaderas, que no eran muy pequeñas. Hecho esto, que él pensó que era lo más que tenía que hacer para salir de aquel terrible aprieto y angustia, le sobrevino otra mayor, que fue que le pareció que no podía mudarse sin hacer estrépito y ruido, y comenzó a apretar los dientes y encoger los hombros, recogiendo en sí el aliento todo cuanto podía; pero, con todas estas diligencias, fue tan desdichado que al cabo al cabo vino a hacer un poco de ruido, bien diferente de aquel que a él le ponía tanto miedo.
Oyolo don Quijote y dijo:
- ¿Qué rumor es ese, Sancho?
- No sé, señor - respondió él-. Alguna cosa nueva debe de ser, que las aventuras y desventuras nunca comienzan por poco.
Tornó otra vez a probar ventura, y sucediole tan bien, que sin más ruido ni alboroto que el pasado se halló libre de la carga que tanta pesadumbre le había dado. Más como don Quijote tenía el sentido del olfato tan vivo como el de los oídos y Sancho estaba tan junto y cosido con él, que casi por línea recta subían los vapores hacia arriba, no se pudo excusar de que algunos no llegasen a sus naríces; y apenas hubieron llegado, cuando él fue al socorro, apretándolas entre los dos dedos, y con tono algo gangoso dijo:
-Paréceme, Sancho, que tienes mucho miedo.
-Sí tengo, - respondió Sancho-, mas ¿en que lo echa de ver vuestra merced ahora más que nunca?
-En que ahora más que nunca hueles, y no a ámbar - respondió don Quijote.
-Bien podría ser - dijo Sancho-, mas yo no tengo la culpa, sino vuestra merced, que me trae a dehoras y por estos no acostumbrados pasos.
-Retírate tres o cuatro allá, amigo - dijo don Quijote (todo esto sin quitarse los dedos de las narices) -, y desde aquí en adelante ten más cuenta con tu persona y con lo que debes a la mía; que la mucha conversación que tengo con tigo ha engendrado este menosprecio.
-Apostaré - replicó Sancho- que piensa vuestra merced que yo he hecho de mi persona alguna cosa que no deba.
-Peor es meneallo, amigo Sancho, -respondió don Quijote(...)
PREGUNTAS.
1. Resume este fragmento, cuenta lo que ocurre.
2. Significado de "peor es meneallo".
3. ¿Qué quiere decir don Quijote a Sancho con esta frase "En que ahora más que nunca hueles, y no a ámbar"?

7 comentarios:

Almudena dijo...

- Hay treinta o cuarenta molinos de viento.
- Don Quijote piensa que los molinos de viento son desaforados gigantes, con quien piensa hacer batalla y quitarles a todos las vidas.
-Cuando don Quijote vio que los molinos se movian, dijo: pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar. Y diciendo esto embistió con el primero molino que estaba delante; y dándole una lanzada pedazos, llevándose tras sí el caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo.
- Yo pienso que todos los gigantes hubieran arrebatado contra el y contra el caballo, sin dejarles uir.
- Rocinante era en nombre del caballo de don Quijote.

Angelito Maiden dijo...

-Aproximadamente treinta o cuarenta molinos de viento.
-Don Quijote piensa que los molinos son gigantes,con los que pretende darles lucha y quitarles todas sus vidas.
-Cuando Don Quijote vio que los molinos se movían dijo:pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar. Y diciendo esto embistió con el primero molino que estaba delante; y dándole una lanzada pedazos, llevándose tras sí el caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo.
-Yo pienso que capturarían al caballo y al caballero para más tarde matarlos y comérselos.
-Rocinante era el nombre del caballo de Don Quijote.

bruno dijo...

En los campos de la Mancha, allá por donde se narra esta épica batalla, estaban situados unos treinta o cuarenta molinos, de los que Don Quijote pensó que eran desaforados gigantes y a los que vio mover sus brazos siendo estos en realidad aspas agitadas por el viento. Entonces echo se al galope con su caballo rocinante y su lanza, mientras se encomendaba a su amada Dulcinea. Atacó y este señor mal acabó...
Don Quijote cabalgaría en su caballo, tan campante, sin sentir la presencia de tales males; mientras que su escudero, Sancho,
estaría temblando y acurrucado debajo de su señor al que tomaría por loco o bravo y valiente caballero andante, pues era capaz de burlar a tales gigantes. Sancho dijo le a su amo que había gigantes, en cuanto que este pensando en su amada, dijo le a su escudero estás palabras:" Sancho mi fiel escudero, no hay aquí en estos campos soleados lo que usted dice haber, no abuses de tu cordura que no creo que este muy bien".

Edu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
bruno dijo...

En medio de la noche Sancho y Don Quijote en una de sus aventuras, oyeron siniestros ruidos y no era de esperar que Don Quijote se emocionase como buen y valiente caballero andante mientras que su sirviente y escudero, Sancho, no tomó a buenas esos ruidos que de algún lado de la noche salían.
Así que se escudó tras su amo y ató a rocinante las patas para que Don Quijote no se fuera de su lado a investigar el ruido que tanto había hecho pensar a estos dos.
Pero sucedió que Sancho del miedo que tenía no pudo aguantar el retortijón de su barriga, pidiéndole Don Quijote al darse cuenta de ello que se alejara 3 ó 4 metros.
Lo que Don Quijote quiere decir con "peor es meneallo", es que no debe Sancho moverse tanto pues el olor que desprende se acentuará; "que no remueva las heces".
Con esta frase de "En que ahora más que nunca hueles, y no a ámbar", Don Quijote dice que Sancho apesta, ya que olió el humillo que su escudero desprendía tras cagarse de miedo literalmente dicho.

Ana Jiménez González dijo...

EL relato nos cuenta, com oen una noche, Don Quijote y Sancho oyeron unos ruidos muy estraños, tal era de suponer que Don Quijote querría descubrir de donde procedían esos ruidos y Snacho intentó que no lo Hiciera.
-Lo que quiere decir Dion quijote con esto es que nose mueva Sancho porque el olor que tiene será mayor.
-Con esta frase intentó decir a Sancho que olía mal ya que del miedo se ^^cagó ^^

Edu dijo...

1º. Sancho y Don Quijote están situados en las campos de la Mancha, y escuchan unos sonidos extraños. Don Quijote, como buen caballero, quiere ir a ver lo que pasa e investigar, pero Sancho, asustado intenta impedírselo y ata las patas de Rocinante y se engancha a las piernas de Don Quijote. Pero Don Quijote consiguió salir a galope con Rocinante a ver lo que pasaba.

2º. Peor es meneallo: con que se denota ser peligroso hacer memoria o hablar de cosas de que se originaron disgustos o a que no se ha de hallar remedio o disculpa.

3º Con esta frase quería decir Don Quijote, que Sancho se había cagado de miedo literalmente, y no olía a "ámbar" precisamente.