miércoles, 18 de mayo de 2011

Capítulo XVIII: De lo que sucedió a don Quijote en el castillo o casa del Caballero del Verde Gabán, con otras cosas extravagantes

Halló don Quijote ser la casa de don Diego de Miranda ancha como de aldea;las armas, empero, aunque de piedra tosca, encima de la puerta de la calle;la bodega, en el patio; la cueva, en el portal, y muchas tinajas a la redonda, que, por ser del Toboso, le renovaron las memorias de su encantada y transformada Dulcinea; y sospirando, y sin mirar lo que decía, ni delante de quién estaba, dijo:

-¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas,

dulces y alegres cuando Dios quería!

¡Oh tobosescas tinajas, que me habéis traído a la memoria la dulce prenda de mi mayor amargura!

Oyóle decir esto el estudiante poeta, hijo de don Diego, que con su madre había salido a recebirle, y madre y hijo quedaron suspensos de ver la estraña figura de don Quijote; el cual, apeándose de Rocinante, fue con mucha cortesía a pedirle las manos para besárselas, y don Diego dijo:

-Recebid, señora, con vuestro sólito agrado al señor don Quijote de la Mancha, que es el que tenéis delante, andante caballero y el más valiente y el más discreto que tiene el mundo.

La señora, que doña Cristina se llamaba, le recibió con muestras de mucho amor y de mucha cortesía, y don Quijote se le ofreció con asaz de discretas y comedidas razones. Casi los mismos comedimientos pasó con el estudiante,que, en oyéndole hablar don Quijote, le tuvo por discreto y agudo.

Aquí pinta el autor todas las circunstancias de la casa de don Diego,pintándonos en ellas lo que contiene una casa de un caballero labrador y rico; pero al traductor desta historia le pareció pasar estas y otras semejantes menudencias en silencio, porque no venían bien con el propósito principal de la historia, la cual más tiene su fuerza en la verdad que en las frías digresiones.

Entraron a don Quijote en una sala, desarmóle Sancho, quedó en valones y en jubón de camuza, todo bisunto con la mugre de las armas: el cuello era valona a lo estudiantil, sin almidón y sin randas; los borceguíes erandatilados, y encerados los zapatos. Ciñóse su buena espada, que pendía de un tahalí de lobos marinos; que es opinión que muchos años fue enfermo de los riñones; cubrióse un herreruelo de buen paño pardo; pero antes de todo,con cinco calderos, o seis, de agua, que en la cantidad de los calderos haya alguna diferencia, se lavó la cabeza y rostro, y todavía se quedó el agua de color de suero, merced a la golosina de Sancho y a la compra de sus negros requesones, que tan blanco pusieron a su amo. Con los referidos atavíos, y con gentil donaire y gallardía, salió don Quijote a otra sala,donde el estudiante le estaba esperando para entretenerle en tanto que las mesas se ponían; que, por la venida de tan noble huésped, quería la señora doña Cristina mostrar que sabía y podía regalar a los que a su casa llegasen.
En tanto que don Quijote se estuvo desarmando, tuvo lugar don Lorenzo, que así se llamaba el hijo de don Diego, de decir a su padre:

-¿Quién diremos, señor, que es este caballero que vuesa merced nos hatraído a casa? Que el nombre, la figura, y el decir que es caballero andante, a mí y a mi madre nos tiene suspensos.

-No sé lo que te diga, hijo -respondió don Diego-; sólo te sabré decir que le he visto hacer cosas del mayor loco del mundo, y decir razones tan discretas que borran y deshacen sus hechos: háblale tú, y toma el pulso a lo que sabe, y, pues eres discreto, juzga de su discreción o tontería lo que más puesto en razón estuviere; aunque, para decir verdad, antes le tengo por loco que por cuerdo.

Con esto, se fue don Lorenzo a entretener a don Quijote, como queda dicho,y, entre otras pláticas que los dos pasaron, dijo don Quijote a don Lorenzo:

-El señor don Diego de Miranda, padre de vuesa merced, me ha dado noticia de la rara habilidad y sutil ingenio que vuestra merced tiene, y, sobretodo, que es vuesa merced un gran poeta.

-Poeta, bien podrá ser -respondió don Lorenzo-, pero grande, ni por pensamiento. Verdad es que yo soy algún tanto aficionado a la poesía y a leer los buenos poetas, pero no de manera que se me pueda dar el nombre de grande que mi padre dice.

-No me parece mal esa humildad -respondió don Quijote-, porque no hay poeta que no sea arrogante y piense de sí que es el mayor poeta del mundo.

-No hay regla sin excepción -respondió don Lorenzo-, y alguno habrá que lo sea y no lo piense.

-Pocos -respondió don Quijote-; pero dígame vuesa merced: ¿qué versos sonlos que agora trae entre manos, que me ha dicho el señor su padre que le traen algo inquieto y pensativo? Y si es alguna glosa, a mí se me entiende algo de achaque de glosas, y holgaría saberlos; y si es que son de justa literaria, procure vuestra merced llevar el segundo premio, que el primero siempre se lleva el favor o la gran calidad de la persona, el segundo se le lleva la mera justicia, y el tercero viene a ser segundo, y el primero, a esta cuenta, será el tercero, al modo de las licencias que se dan en las universidades; pero, con todo esto, gran personaje es el nombre de primero.

-Hasta ahora -dijo entre sí don Lorenzo-, no os podré yo juzgar por loco;vamos adelante.

Y díjole:

-Paréceme que vuesa merced ha cursado las escuelas: ¿qué ciencias ha oído?

-La de la caballería andante -respondió don Quijote-, que es tan buena como la de la poesía, y aun dos deditos más.

-No sé qué ciencia sea ésa -replicó don Lorenzo-, y hasta ahora no hallegado a mi noticia.

-Es una ciencia -replicó don Quijote- que encierra en sí todas o las másciencias del mundo, a causa que el que la profesa ha de ser jurisperito, y saber las leyes de la justicia distributiva y comutativa, para dar a cadauno lo que es suyo y lo que le conviene; ha de ser teólogo, para saber darrazón de la cristiana ley que profesa, clara y distintamente, adondequieraque le fuere pedido; ha de ser médico y principalmente herbolario, para conocer en mitad de los despoblados y desiertos las yerbas que tienen virtud de sanar las heridas, que no ha de andar el caballero andante a cada triquete buscando quien se las cure; ha de ser astrólogo, para conocer por las estrellas cuántas horas son pasadas de la noche, y en qué parte y en qué clima del mundo se halla; ha de saber las matemáticas, porque a cadapaso se le ofrecerá tener necesidad dellas; y, dejando aparte que ha de estar adornado de todas las virtudes teologales y cardinales, decendiendo a otras menudencias, digo que ha de saber nadar como dicen que nadaba el peje Nicolás o Nicolao; ha de saber herrar un caballo y aderezar la silla y el freno; y, volviendo a lo de arriba, ha de guardar la fe a Dios y a su dama;ha de ser casto en los pensamientos, honesto en las palabras, liberal en las obras, valiente en los hechos, sufrido en los trabajos, caritativo con los menesterosos, y, finalmente, mantenedor de la verdad, aunque le cuestela vida el defenderla. De todas estas grandes y mínimas partes se compone un buen caballero andante; porque vea vuesa merced, señor don Lorenzo, si es ciencia mocosa lo que aprende el caballero que la estudia y la profesa,y si se puede igualar a las más estiradas que en los ginasios y escuelas se enseñan.

-Si eso es así -replicó don Lorenzo-, yo digo que se aventaja esa ciencia a todas.

-¿Cómo si es así? -respondió don Quijote.

Lo que yo quiero decir -dijo don Lorenzo- es que dudo que haya habido, ni que los hay ahora, caballeros andantes y adornados de virtudes tantas.

-Muchas veces he dicho lo que vuelvo a decir ahora -respondió don Quijote-:que la mayor parte de la gente del mundo está de parecer de que no ha habido en él caballeros andantes; y, por parecerme a mí que si el cielo milagrosamente no les da a entender la verdad de que los hubo y de que los hay, cualquier trabajo que se tome ha de ser en vano, como muchas veces me lo ha mostrado la experiencia, no quiero detenerme agora en sacar a vuesa merced del error que con los muchos tiene; lo que pienso hacer es el rogaral cielo le saque dél, y le dé a entender cuán provechosos y cuán necesarios fueron al mundo los caballeros andantes en los pasados siglos, y cuán útiles fueran en el presente si se usaran; pero triunfan ahora, por pecados de las gentes, la pereza, la ociosidad, la gula y el regalo.

-Escapado se nos ha nuestro huésped -dijo a esta sazón entre sí don Lorenzo-, pero, con todo eso, él es loco bizarro, y yo sería mentecato flojo si así no lo creyese.

Aquí dieron fin a su plática, porque los llamaron a comer. Preguntó don Diego a su hijo qué había sacado en limpio del ingenio del huésped. A lo que él respondió:

-No le sacarán del borrador de su locura cuantos médicos y buenos escribanos tiene el mundo: él es un entreverado loco, lleno de lúcidos intervalos.

[...]


-¿Cómo se llamaba el hijo de Don Diego de Miranda?

-¿Qué ciencia explica Don Quijote al hijo de Don Diego?¿En qué consiste dicha ciencia?

-¿En qué lugar se encuentra la casa de Don Diego de Miranda?

-Resume el fragmento de este capítulo.






4 comentarios:

bruno dijo...

-El hijo de Don Diego de Miranda se llamaba Don Lorenzo.
-Don Quijote dice ser la ciencia de la caballería andante, una ciencia que es indispensable para el buen caballero, para su supervivencia; aporta conocimientos de todas las escalas de la cultura; de matemáticas, medicina, astrología, teología, ya que un caballero a de ser fiel a las leyes de la cristiandad; además también ha de tener buenos modales, ser experto en el manejo de la espada y la palabra, ser filósofo como consecuencia buen pensador, trabajador, caritativo, honrado, valiente, con unas ideas férreas que no se rompan fácilmente en general. Virtudes en todos los aspectos, eso es esta ciencia de la que habla Don Quijote, de la cuál anda orgulloso.
-La casa de Miranda se encuentra en el Toboso, tierra y paisaje que le traen recuerdos a Don Quijote de su Amada.
-Don Quijote fascinado por los tantos recuerdos de Dulcinea que asolaban su mente visita la Casa de un tal Don Diego, a la que es invitado por la esposa, Cristina, y el hijo, Don Lorenzo, de este señor.
Don Quijote se acomoda con ayuda de Sancho y comienza una charla con Don Lorenzo, tomándole este por loco al igual que su madre, así comienzan para comprobar su cordura, y hablan sobre diversos temas entre ellos la poesía y una ciencia de la que don Quijote parece conocer bien, pues se hace llamar caballero andante.
no se comprueba su cordura pues parece que está loco, pero tiene puntos de persona en sus cabales que hace retroceder la mala opinión sobre don Quijote por parte de don Lorenzo. Todo termina cuando la comida está servida.

Marta rubio dijo...

1. Don Lorenzo.
2. Dice que es la ciencia andante.
Esta ciencia es indispensable para el caballero y su supervivencia, nos da grandes conocimientos de la cultura en todos los aspectos. Debe tener buenos modales, ser experto en el manejo de la espada y la palabra, ser filosófico, buen pensador, trabajador, caritativo, honrado, valiente y de ideas férreas.
3. En el Toboso , lugar en el que don Quijote recuerda a su amada.
4. Don Quijote visita la casa de don Diego porque esta fascinado con los recuerdos de Dulcinea en la que es invitado por la esposa y el hijo de don Diego. Una vez acomodado don Quijote comienza una conversación n con don Lorenzo el hijo de don Diego, tomándole a don Quijote por loco al igual que su madre doña Cristina.
Para comprobar su cordura comienza a habalar de temas como la ciencia que parece que don Quijote conoce bien por ser un caballero andante. No comprueban que no esta loco pero a veces tiene momentos de cordura que hace cambiar un poco la mala opinión de don Lorenzo. Finaliza cuando se sirve la comida.

Edu dijo...

1º. Se llama Don Lorenzo.

2º. Don Quijote le explica la ciencia de la caballería andante, la cual es importantísima para la formación de un buen guerrero. Esta ciencia incluye un poco de todo: saber de matemáticas, medicina, astrología, teología, tener buenos modales, manejar muy bien las armas,ser filósofo, pensador, trabajador, caritativo, honrado, valiente... todas esas virtudes.

3º. La casa de Miranda está en Toboso.

4º. Don Quijote, invitado por una tal Cristina, visita su casa por que le recuerda mucho a Dulcinea.
Don Quijote y Sancho hablan con Don Lorenzo sobre diversos temas, como la poesía o sobre la ciencia del caballero, a la que hemos aludido antes, y de la que Don Quijote se siente orgulloso de conocer a la perfección.
Don Lorenzo piensa que Don Quijote está loco, pero ve rasgos de personalidad dentro de él... la charla se acaba cuando sirven la comida.
Pero aun así, el hijo de Don Lorenzo, piensa que ni médicos ni nadie podrá sacar a Don Quijote de su locura.

diana dijo...

-Don Lorenzo.

-La ciencia de la caballeria andante.
Son todas las virtudes que debe poseer un caballero:debe saber de medicina, de herbología, de leyes, de matemáticas....

-En el Toboso.

-Don Quijote visita la casa de don Diego de Miranda.Este esta convencido de que Don Quijote esta loco aunque a veces puede comprobar cierta cordura en él.La conversación acaba cuando se sirve la cena.